Los silos se utilizan como grandes contenedores para el almacenamiento de materiales a granel como productos agrícolas o materias primas, así como productos intermedios de la producción industrial. La ingeniería estructural de tales estructuras requiere un conocimiento preciso de las tensiones debidas a las partículas sólidas en la estructura del edificio. La norma EN 1991‑4 "Acciones en silos y tanques" [1] proporciona los principios y requisitos generales para determinar estas acciones.